sábado, 1 de febrero de 2014

Infoxicación cotidiana



Saturación de información
La saturación de información es el pan nuestro de cada día. Por todos lados está la información, en la red, en la radio, en la televisión, en los periódicos, en las revistas, en los dispositivos móviles, hasta en las notas post-it pegadas en el refrigerador. Esos post-it que dicen no olvides revisar el correo de Fulanito, recuerda revisar y contestar el twitter. Al parecer, muy pocos escapan de esta avalancha informativa. 
Internet está presente en la mayoría de los hogares urbanos, cambiando la forma de conocer el mundo, de pensar, de trabajar, de comunicación, de interrelación, incluso ha transformado la forma de amar.
La cantidad de información que llega a mí, en verdad es enorme. Dispongo de más información de la que puedo revisar, analizar y procesar. En muchas ocasiones simplemente leo rápidamente los titulares y los desecho. Es imposible leer o revisar todo lo que llega a mi “buzón”. La saturación de información, infobesidad, sobrecarga informativa o infoxicación me ha alcanzado.



A río revuelto, ganancia de pescadores
Antes, para informarnos era necesario buscar la noticia. Ahora la información está al alcance de nuestras manos, a nuestra disposición, sin solicitarla. Incluso sin necesitarla la consumimos. ¿Qué explicación existe a esta forma brutal de consumo, de devorar?, ¿qué razones tiene la infobesidad?
Ante este interminable y caótico mar de información, ¿qué se puede hacer? De manera positiva, me parece que es posible sacarle ventaja a este océano de información y concretar la moraleja del refrán que reza, “A río revuelto, ganancia de pescadores”.
Desde luego, que ante un alud de información es difícil y tardado encontrar información significativa y útil. Para resolver esta problemática es necesario el uso de herramientas que ayuden a este propósito. Lo importante es aprender a utilizar esa información de manera productiva y significativa. En resumen, se requiere aprender a gestionar de manera inteligente la información. Pero, ¿cómo hacerlo? 



Mapa de navegación
Si bien es cierto que la red proporciona continuamente una cantidad sin precedente de información y a la vez está generando una situación caótica, una saturación de información. También es cierto que la propia red entrega el remedio, proporciona algunas herramientas para seleccionar y filtrar información según los intereses y necesidades. Las causas y las alternativas a la infoxicación fraternizan en la red. Todo en un sólo lugar.



Enfrentarse a la red sin un mapa de navegación, sin un mapa de rutas es una osadía. ¿Qué es lo primero?, ¿cuál es la urgencia informativa?, ¿qué necesito? Aquí justamente es donde entra en acción el docente para ayudar al alumno a vislumbrar una ruta de navegación útil y significativa.
Es importante alertar al alumno que antes de echarse a la mar de información, antes de buscar en la red, antes de hacer clic en la pantalla, es necesario responder estas preguntas clave, cuyas respuestas coadyuvan a construir las rutas personales de navegación en la red. Una sugerencia más, responder en primera persona facilita la construcción de la ruta.
¿Qué tipo de información requiero? 
  1. Identificar de manera clara y comprensible la información que necesito, qué quiero conocer, sobre qué tópico, en torno a qué proyecto.
  2. Realizar una búsqueda sistemática utilizando palabras clave que identifiquen claramente la información requerida.
¿Para qué quiero esa información? 
  1. Autodialogar sobre los motivos que me impulsan a buscar esa información.
  2. Exponer las razones que justifican la búsqueda de la información.
  3. Conocer a qué contexto responde la información que pretendo.
  4. Sin duda, tener claro tanto el propósito como las metas ayudan a delimitar la búsqueda de información.
¿Cuánta información necesito? 
  1. Indudablemente que esto dependerá del proyecto o de las necesidades personales. 
  2. Sin embargo, la cantidad también estará en función de las capacidades o habilidades personales de análisis, de procesamiento y de aprendizaje.
  3. Incluso, dependerá de mi agenda, del tiempo disponible. 
  4. También no olvido repasar mi curva de aprendizaje en torno al uso de aplicaciones tecnológicas. 
¿Cómo realizar la búsqueda? 
  1. Identificar claramente las fuentes, sobre todo confiables, que me proporcionarán la información requerida.
  2. Establecer mis propios criterios de selección para la búsqueda y selección de información, obviamente en función de mis necesidades e intereses.
  3. Construir paulatinamente un método propio de búsqueda, filtración, selección y análisis.
  4. Aprender a utilizar las herramientas, las aplicaciones, que faciliten la captura de información, así como el procesamiento y el análisis correspondiente.


Tres ases para una dieta informativa
Atendiendo a las respuestas de estas preguntas clave y con la práctica, con ensayo y error, en el transcurso de los años he seleccionado mis propias herramientas de búsqueda, filtrado, selección y análisis de la información obtenida en la red. Es decir, “de la moda, lo que me acomoda”. Herramientas que se ajustan a mis necesidades y intereses. En conjunto, estas herramientas facilitan la realización cotidiana de mi dieta informativa. 
A partir de esta experiencia, sugiero a los alumnos el uso de Symbaloo. Esta herramienta tiene un gran atractivo visual y desde luego, cuenta con capacidad para organizar en una webmixes una mezcla personal de fuentes de información y de comunicación. Así se pueden organizar visualmente correos, páginas sociales, redes sociales, blog, vídeos, y todo lo que se considere necesario. 
Rápidamente se puede visualizar el crecimiento de una webmixes, es decir la saturación, la infoxicación se visualiza en symbaloo. Es hora de revisar, de valorar y de descartar la paja, para sólo dejar las fuentes valiosas y significativas. Y de esta forma reducir los riesgos de caer en las garras de la infoxicación.




Mi segunda sugerencia a mis alumnos es el navegador Chrome. Es mi navegador favorito. En él tengo extensiones que facilitan mi trabajo diario, tales como capturar en Evernote, Clearly, Instapaper, Pinear y Diigolet. Extensiones fenomenales, útiles y divertidas.
Mi última sugerencia es Instapaper. Es mi repositorio de información. Aquí tengo la mayor cantidad de información seleccionada para leer después. Información que requiere ser analizada y decidir cómo o en qué utilizarla, o en su defecto, desecharla. Mi Instapaper, regularmente está infoxicada, contiene más información de la que puedo procesar de manera cotidiana. ¡Está urgido de una dieta informativa!


Decálogo para reflexionar la infoxicación
A manera de conclusión, cierro esta entrada con estas interrogantes. Como si una voz interior me estuviera interrogando. 
  1. ¿Por qué te infoxicas?
  2. ¿Cómo vives tu vida “real” y cómo vives tu vida conectada?
  3. ¿Qué razones tienes para estar al día con una montaña de información?
  4. ¿La información que consumes a diario realmente aporta a tu desarrollo personal y profesional?
  5. ¿Qué proporción de toda la información en red necesitas realmente para desempeñar tu labor? 
  6. ¿Te das cuenta que a diario te sobra información?
  7. ¿Puedes vivir sin twitter o facebook?
  8. ¿Qué pasaría si te “desconectas” de la red por todo un día?
  9. ¿Que razones existen para que sigas infoxicado?
  10. Finalmente, el 14  de febrero está a la vuelta de la esquina. ¿cómo será tu participación en las redes sociales?, ¿cuánto tiempo dedicarás para revisar todos los mensajes?, ¿tu dispositivo sonará constantemente indicando nuevo mensaje?, ¿el 14 de febrero también se infoxica?, ¿el amor se satura de información?, …


Referencias
  1. TotemGuard. Del caos al orden: encontrar, filtrar y coleccionar contenido educativo. 
  2. E´a. Periódico de Interpretación y Análisis. Humberto Eco: La web es un mundo peligroso para ignorantes
  3. SIC. Infoxicación: cuando la respuesta no es tecnológica, sino cultural. Debates sobre tendencias de la sociedad de la información y el conocimiento.

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